Afinales del siglo XIX un 20 de enero el día de San Sebastián (protector de niñas y niños), cumple años Tomasita. Miguel Bojato y Ana Carmela Urieles, sus padres, la mandan al mercado con su hermana paterna a comprar comida, café y ron para el festejo. Tomasita ha crecido y es ya una adolescente que debía cumplir algo más de trece años, si no es que cumplía los quince; es decir, ya era una mujer. Miguel sería un desbraguetado, de ahí que otra mujer le pariera a Juanita, y eso entre caribes no es extraño.

En las comunidades indígenas las uniones o matrimonios se arreglan entre familias o se dan de hecho, sin que esto último cause ninguna conmoción especial o disgusto paterno. El raptor ejerce ante la pretendida su virilidad, al tiempo que la mujer consuma un acto de emancipación. Esto es festejado por los padres y vecinos con música de tambores y ron.
El caimán es, pues, el pretendiente que ronda la esquina y, según sean las circunstancias, no a disgusto de la pretendida. No obstante, los padres cuidan y vigilan a sus hijas, como es obvio considerar por el solo sentimiento paternal. Algunos pretendientes, posiblemente, no serían del agrado de la familia y se tomaban, entonces, las medidas pertinentes.
Esta celebración, con su ritual musical, se reconoce como fiesta del caimán. Pero si se trata del cumpleaños de Tomasita, por qué no ha de llamarse fiesta de Tomasita que es la victima. La razón es que no se celebra propiamente el cumpleaños de la joven sino su emancipación y al acto que la propicia; es decir, el ser poseída y reafirmada como mujer por un varón.
El Caimán fue un tótem venerado por los indígenas chimilas, entre otros, como símbolo de virilidad, como símbolo fálico, por ello en el ritual o danza original no figuran mujeres, pues son los hombres los que rinden culto a su virilidad. Pero algunos de esos hombre participan en la danza vestidos de mujer, debido a que, como ya se dijo, no todos los pretendientes (en especial los colonizadores españoles) son del agrado de los padres, y éstos, al igual que en la danza de las “farotas”, se camuflan con vestiduras de mujer para engañarlos y someterlos.
La danza del caimán se baila, alineados en dos hileras, con pasos hacia a delante y hacia atrás, lo que describe el coqueteo insinuante de las jóvenes: “te lo doy, no te lo doy”. Igual que movimientos o pasos laterales que terminan rematados con toque de palmas, para llamar la atención del animal: “aquí estoy” El Caimán, hecho de madera, cartón y papel, se mueve por el medio dando bandazos para un lado y para el otro esperando la oportunidad para atrapar la presa de su predilección
La fiesta de cumpleaños de Tomasita, el día de San Sebastián, organizada, según la leyenda, por Miguel Bojato y Ana Carmela Urieles cambio su razón de ser y se convirtió en el festejo con tambores, ron y comida de la emancipación de la joven y la reafirmación viril del pretendiente, a quien distinguían con el eufemismo de caimán.
EL MONUMETO DEL CAIMAN Y TOMASITA
En las fiestas se inauguró el monumento al caimán en Ciénaga, Magdalena. La escultura, obra del artista Jaime Correa causó mucha controversia.
Nadie objetaba la belleza de la obra sino su intención. Se llamaba la venganza de Tomasita y en ella la niña aparecía con una lanza atravesando al caimán. Parece que después de una reunión de los defensores de la leyenda tradicional o sea que el caimán fue el que se comió a Tomasita y no ésta la que lo mató se logró el acuerdo de quitarle la lanza a Tomasita y dejar al saurio tranquilo o agazapado, listo para saltar si se prefiere.
Hubo pues en este caso el enfrentamiento de la tradición, la que se apoya en pruebas tan contundentes como la de que los versos son; Ay manita linda, donde está tu hermana? El caimán se la comió contra la sensibilidad del artista que le da su propia interpretación para crear la obra de arte. En términos más radicales ya se sabe que el buen artista es el que dialoga con sigo mismo, pues el que dialoga con el público perece.
que la leyenda sea reconocida en todas parte no solo en Colombia si no que también sea reconocida en otros países. y vengan a visitarnos y puedan conocer el monumento y el lugar donde sucedió la leyenda.
Misión:
garantizar que cada 20 de enero no se pierda la tradición y celebración de la leyenda que es una fiesta tradicional y que cada año sea mejor y sea visitado por muchos turistas.
tarima digna cabas y monumento de tomasita y el caiman.
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